Kershaw y la pregunta que queda en el aire: ¿habrá otro pitcher de 3k ponches?

La salida de Clayton Kershaw del béisbol de Grandes Ligas marca el fin de una era. El zurdo de los Dodgers, símbolo de consistencia y dominio, superó recientemente la barrera de los 3,000 ponches, un número que hoy parece más difícil de alcanzar que nunca. Con su retiro a la vuelta de la esquina, muchos se preguntan si el béisbol moderno volverá a ver a un lanzador con semejante resistencia y longevidad.

Durante décadas, llegar a 3,000 significaba ingresar automáticamente a la conversación de los más grandes. Nolan Ryan fijó un récord de 5,714 ponches que nadie ha podido acercar, mientras que nombres como Randy Johnson, Pedro Martínez y Greg Maddux construyeron su legado a base de dominar a los bateadores. Pero en pleno 2025, la realidad del juego cambió: los abridores rara vez pasan de seis entradas, las rotaciones se alargaron y las lesiones se multiplican.

El panorama actual
Algunos ya aseguraron su lugar en la historia: Justin Verlander (3,543) y Max Scherzer (3,482) son parte de ese selecto club. Kershaw lo alcanzó este año con 3,039. Detrás, los candidatos son escasos. Chris Sale (2,564) todavía suma ponches, aunque su salud siempre está en duda. Gerrit Cole (2,251), hoy fuera por cirugía, tendría que regresar al máximo nivel y sostenerlo por varias temporadas. Otros brazos consolidados como Aaron Nola, Sonny Gray o Kevin Gausman no parecen tener la proyección necesaria.

Photo/MLB.COM

Posible Candidato :
Si hay alguien que despierta ilusión es Paul Skenes. Con apenas 23 años, el derecho de los Pirates combina velocidad, dominio y capacidad para trabajar entradas largas, algo poco común en la actualidad. Sus números iniciales lo perfilan como el único con opciones reales de aspirar a los 3,000 en esta nueva generación.

Aun así, la historia es contundente: solo 20 pitchers en más de cien años han alcanzado esa marca. El estilo de juego actual conspira contra la acumulación de innings y ponches. Por eso, el logro de Kershaw no solo consolida su legado, sino que abre la posibilidad de que estemos viendo al último gran miembro del club de los 3,000.