Con la creciente popularidad de Ohtani, José Fernández se recuerda como un atleta que tenía el potencial para ser un destacado jugador de dos posiciones.
Hace ocho años, el beisbolista cubano José Fernández, quien formaba parte de los Miami Marlins, falleció en un trágico accidente en el mar.
El 25 de septiembre de 2016 marcó un momento devastador para Maritza Gómez, madre de José Fernández. El joven beisbolista, que estaba brillando en las Grandes Ligas, murió tras un accidente en Miami Beach.
Esa mañana es recordada con profunda tristeza en la MLB. Se confirmó que el cubano había perdido la vida junto a tres personas más, luego de que la lancha en la que viajaban colisionara con un rompeolas. Fernández, que contaba con solo 24 años, prometía ser una estrella tras haber ganado el premio de Novato del Año y lograr una impresionante actuación en su último juego, donde ponchó a 12 bateadores ante los Washington Nationals.
La muerte de Fernández transformó a los Marlins y su impacto se sigue sintiendo años después. Imaginemos el Marlins Park lleno de aficionados disfrutando de un partido decisivo de la postemporada.
El talentoso lanzador cubano era considerado una gran promesa del béisbol, pero un accidente fatal interrumpió su vida de manera trágica. El talento en el deporte puede atraer la atención de muchos equipos, pero la fama mal manejada puede llevar a consecuencias desastrosas.
Nacido en Santa Clara, Cuba, en julio de 1992, Fernández jugó béisbol infantil en Villa Clara y se formó en la Escuela de Iniciación Deportiva. A los 15 años, luego de dos intentos fallidos, logró dejar la isla junto a su madre para perseguir su sueño de convertirse en beisbolista.
Con el tiempo, alcanzó su meta de llegar a las Grandes Ligas, y su carrera con los Miami Marlins despegó. En 2013, fue galardonado como Novato del Año en la Liga Nacional y participó en dos Juegos de Estrellas. A los 24 años, Fernández era considerado uno de los mejores lanzadores de la liga, y su futuro parecía brillante.
Sin embargo, la madrugada del 25 de septiembre de 2016, todo cambió. Fernández estaba a bordo de su bote, a alta velocidad, acompañado de dos amigos, Emilio Macías y Eduardo Rivero, en la zona de Government Cut de Miami. La colisión con un malecón fue devastadora.
La tragedia resultó en la muerte de Fernández y sus dos amigos. Posteriormente, se descubrió que él estaba al volante en el momento del accidente y que tenía altos niveles de alcohol y cocaína en su sistema. También se supo que había estado en un bar con sus amigos antes de zarpar.
La conmoción en el mundo del béisbol fue abrumadora; nadie podía imaginar que un jugador con un futuro tan brillante enfrentara un destino tan trágico.