Es hora de que los Tigres del Licey, uno de los equipos más exitosos del béisbol profesional en la República Dominicana, rinda homenaje a uno de sus jugadores más emblemáticos y admirados: Ronnie Belliard.
A lo largo de 16 temporadas de dedicación y entrega, Belliard no solo brilló en el campo, sino que dejó una huella indeleble en la historia del equipo, convirtiéndose en el corazón y alma del club.
El retiro del número 10 de Ronnie Belliard, se le debe hacer como reconocimiento a su legado imborrable en la franquicia más ganadora de la historia del béisbol invernal. Este número, que él vistió con orgullo, representa no solo su habilidad y logros deportivos, sino también el amor incondicional que sintió por los Tigres del Licey.
Belliard no solo se destacó por su rendimiento en el terreno de juego, con un promedio de bateo de .257, 19 jonrones y 145 carreras impulsadas en juegos de temporada regular, sino que también fue fundamental para la conquista de cinco campeonatos de Los Tigres en la Liga Dominicana, un logro que marcó una época dorada para el equipo. Fue distinguido con el galardón de Jugador Más Valioso de la Serie Final 1998-99 y se destacó por su capacidad de liderazgo, jugando siempre con la determinación de un verdadero capitán.
Ronnie Belliard es considerado uno de los capitanes más emblemáticos que han jugado con los Tigres del Licey. En la misma categoría de leyendas, resuenan nombres como Cesárín Gerónimo, Pedro González y el actual capitán Emilio Bonifacio, entre otros. Sin duda, Belliard dejó una marca en la historia de la franquicia que lo coloca en ese selecto grupo de jugadores que han definido lo que significa ser un verdadero Tigre del Licey.
«Sin duda alguna, Belliard es y será por siempre el Capitán de los Capitanes, ya que le tocó vivir una época en la que jugaron en los Tigres del Licey jugadores como Willie Otáñez, Luis Castillo, Israel Alcántara, José Offerman, Timoniel Pérez, Manny Martínez, José Bautista, D’Angelo Jiménez, entre otros.
Su impacto y respeto dentro del conjunto fue tan grande que se reflejaba no solo entre los jugadores, sino también entre los empleados del equipo, incluyendo al personal de mantenimiento del terreno, los parqueadores, las oficinas y demás colaboradores.»
Su figura es sinónimo de sacrificio, entrega y amor por la camiseta azul. Desde antes de ser parte del equipo, Belliard ya sentía en su corazón el orgullo de ser parte de los Tigres. “Mi corazón era azul desde antes de jugar con el equipo”, ha dicho en diversas ocasiones. Esas palabras reflejan el profundo vínculo que tuvo con la franquicia a lo largo de su carrera, dedicando cada una de sus jugadas, su esfuerzo y su pasión a este equipo.
Ronnie Belliard no solo fue parte fundamental de los logros del equipo, sino que se convirtió en un símbolo de la identidad y el espíritu de los Tigres del Licey. Su legado trasciende generaciones y su nombre se ha ganado un lugar destacado en el corazón de los fanáticos del béisbol dominicano. En 2020, su grandeza fue reconocida con su exaltación al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, un reconocimiento a su trascendental paso por el béisbol invernal.
Es por todo esto que solicitamos, con todo el respeto y admiración que su figura merece, el retiro de su número 10. Un gesto que no solo honra su legado, sino que también sirve como un recordatorio eterno de lo que significa ser un verdadero Tigre del Licey.
Es tiempo de que el número 10 sea parte de la historia inmutable de los Tigres, un símbolo de la grandeza que Ronnie Belliard representó para el equipo y para el béisbol dominicano. ¡Que su número nunca se olvide!